La conveniencia de la dolarización oficial de una economía como la de Honduras sigue siendo un tema de debate entre los estudiosos y profesionales de la ciencia económica. Enfatizo en el término dolarización oficial, ya que aunque no existe una disposición de las autoridades monetarias para la realización de operaciones y transacciones denominadas en dólares, en Honduras ya existe una dolarización informal en ciertas actividades productivas tales como alquiler de bienes inmuebles y compra y venta de vehículos.
La mayor parte de los académicos concuerdan en que la dolarización de la economía trae ventajas, principalmente de estabilidad, ya que se crea un ambiente de confianza entre los diferentes agentes económicos, este hecho a su vez genera niveles menores de inflación y estabilidad en las tasa de interés. La dolarización es particularmente beneficiosa cuando se ha perdido la confiabilidad de los agentes hacia las instituciones encargadas de dirigir las políticas económicas.
Pero no todo es ventajoso con la dolarización, una de las principales consecuencias de este proceso es la perdida de la autoridad de hacer política monetaria (el Banco Central ya no puede controlar la oferta monetaria) y fiscal (el gobierno se ve en la obligación guardar una estricta disciplina fiscal), si bien este ultimo elemento es ventajoso para un economía, la historia se ha encargado de comprobar que en tiempos de recesión económica es muy útil una política fiscal y monetaria expansiva que estimulen el consumo y la inversión respectivamente, en un ambiente de dolarización este tipo de políticas es difícil de aplicar.En el caso de Honduras no existen condiciones suficientes para contemplar un proceso de dolarización oficial, no parece estar lo suficientemente claro el que las ventajas superen a las desventajas, además que el flujo y reservas de divisas no son lo suficientemente grandes y consistentes para permitir un margen de flexibilidad que permitan a la economía hondureña enfrentar grandes shocks externos, como la crisis financiera actual.
Opinión escrita a solicitud de estudiantes de Ingeniería Financiera de la Universidad Tecnológica de Honduras